Uno de los aspectos prácticos que preocupa al profesorado que se inicia en el uso didáctico de los dispositivos móviles en el aula es cómo controlar el acceso de los alumnos a sitios web y contenidos que no son propios de las actividades que se están realizando.
La primera medida y posiblemente la más efectiva es la concienciación. Mediante la acción tutorial es necesario establecer una serie de normas de uso que impidan el acceso a aplicaciones y webs durante las sesiones distintas a las establecidas por el profesor. Es importante para ello organizar claramente el uso de dispositivos móviles estableciendo unos objetivos claros, unos momentos o tiempos definidos, unos roles o responsabilidades en el grupo, unas apps concretas, etc. También deberían estar recogidas en el RRI de los centros unas normas generales y sus sanciones correspondientes, especialmente en lo que respecta al uso de la cámara de fotos y vídeo, subir material sensible a redes sociales...
Aparte de la necesaria concienciación, existen numerosas apps de control parental que permiten aún un mayor control de acceso pero que presentan como mayor desventaja una reducción de la autonomía de los alumnos en el uso de estos dispositivos en trabajos y proyectos más creativos.
Hay aplicaciones que permiten controlar qué días, cuantas horas y a qué hora pueden acceder los alumnos a los dispositivos móviles, restringir el acceso a Internet, conocer qué aplicaciones están siendo utilizadas por el niño mediante notificaciones en tiempo real, controlar el registro de llamadas y webs visitadas...
Nos encontramos con apps como: Norton Family, Abeona – Parental Control, Secure Teen, Screen Time... pero quizá las que más aceptación tienen son las que permiten, previo PIN, acceder y salir de un escritorio con las apps de uso común. Hay aplicaciones muy intuitivas y fáciles de usar como es el caso de Kid´s Place, KuuKla o Kids Zone.
Sin duda un aspecto más sobre el que reflexionar.
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